El aceite de oliva es un zumo de fruta natural que conserva el paladar, perfume, vitaminas y todas las propiedades del fruto del que procede, siendo además el único aceite vegetal que puede consumirse directamente virgen y crudo.
Su valor calórico es de 9 calorías por gramo (la misma proporción que cualquier otra grasa animal o vegetal).
Las grasas son nutrientes indispensables para nuestro organismo. Su función es sobretodo energética. Aportan la energía que nos permite desarrollar actividades físicas e intelectuales y, además, son una fuente de calor.
Además de hacer las comidas más apetitosas, las grasas poseen un indiscutible valor biológico ya que los tejidos necesitan de los lípidos para desarrollar su actividad. Además, como algunas vitaminas (A, D, E, K) sólo son solubles en las grasas, forzosamente dependen de los lípidos para ser absorbidas.
Los lípidos están formados por ácidos grasos que pertenecen a dos grandes grupos:
* Los ácidos grasos saturados, que encontramos en las grasas de origen animal (quesos, carne, mantequilla, nata...) y en los aceites de coco y de palma.
* Los ácidos grasos insaturados, presentes en los aceites vegetales y en los pescados, comprenden, a su vez, los ácidos monoinsaturados y poliinsaturados.
De estos ácidos grasos presentes en los aceites vegetales, hay dos que resultan fundamentales para la vida humana:
El ácido oleico (monoinsaturado), que forma el 80% del aceite de oliva virgen, y el ácido linoleico (poliinsaturado) también presente en el aceite de oliva virgen, que es fundamental para nuestro organismo.
El colesterol es una sustancia grasa contenida en los organismos animales que ejerce un importante papel en las funciones vitales.
Muchas hormonas de nuestro organismo, imprescindibles para la vida, se obtienen en el cuerpo humano a partir del colesterol.
Las grasas y el colesterol, para ser transportadas por la sangre, se coligan con proteínas formando unas asociaciones moleculares que llamamos lipoproteínas:
* La lipoproteína de baja densidad LDL (“colesterol malo”).
* La lipoproteína de alta densidad HDL (“colesterol bueno”).
El “colesterol malo” (LDL) se asienta en las paredes internas de las arterias, en forma de placas de ateroma, estrechándolas y convirtiéndose en un factor causante de la ateroesclerosis, que es una forma de arteriosclerosis, con el riesgo que esto conlleva para las enfermedades cardiovasculares.
El aceite de oliva virgen, por la cantidad de ácido oleico que contiene, se considera la grasa ejemplar. El ácido oleico aumenta el “colesterol bueno” (HDL) que ejerce un papel protector, ya que transporta el “colesterol malo” -depositado en las arterias- hasta el hígado para su eliminación, reduciendo los riesgos de trombosis arterial y de infarto.
En resumen, los efectos beneficiosos del aceite de oliva virgen sobre el organismo son:
* Aparato circulatorio: nos ayuda a prevenir la arteriosclerosis y sus riesgos.
* Aparato digestivo: produce una mejora en el funcionamiento del estómago y del páncreas.
* Piel: posee un efecto protector y tónico de la epidermis.
* Sistema endocrino: ayuda a mejorar nuestras funciones metabólicas.
* Sistema óseo: estimula el crecimiento y ayuda a la absorción del calcio y la mineralización.
El aceite de oliva virgen contiene vitamina E, por lo que debido al efecto antioxidante de ésta sobre la membrana celular, está especialmente recomendado para la infancia y la tercera edad.
Su valor calórico es de 9 calorías por gramo (la misma proporción que cualquier otra grasa animal o vegetal).
Las grasas son nutrientes indispensables para nuestro organismo. Su función es sobretodo energética. Aportan la energía que nos permite desarrollar actividades físicas e intelectuales y, además, son una fuente de calor.
Además de hacer las comidas más apetitosas, las grasas poseen un indiscutible valor biológico ya que los tejidos necesitan de los lípidos para desarrollar su actividad. Además, como algunas vitaminas (A, D, E, K) sólo son solubles en las grasas, forzosamente dependen de los lípidos para ser absorbidas.
Los lípidos están formados por ácidos grasos que pertenecen a dos grandes grupos:
* Los ácidos grasos saturados, que encontramos en las grasas de origen animal (quesos, carne, mantequilla, nata...) y en los aceites de coco y de palma.
* Los ácidos grasos insaturados, presentes en los aceites vegetales y en los pescados, comprenden, a su vez, los ácidos monoinsaturados y poliinsaturados.
De estos ácidos grasos presentes en los aceites vegetales, hay dos que resultan fundamentales para la vida humana:
El ácido oleico (monoinsaturado), que forma el 80% del aceite de oliva virgen, y el ácido linoleico (poliinsaturado) también presente en el aceite de oliva virgen, que es fundamental para nuestro organismo.
El colesterol es una sustancia grasa contenida en los organismos animales que ejerce un importante papel en las funciones vitales.
Muchas hormonas de nuestro organismo, imprescindibles para la vida, se obtienen en el cuerpo humano a partir del colesterol.
Las grasas y el colesterol, para ser transportadas por la sangre, se coligan con proteínas formando unas asociaciones moleculares que llamamos lipoproteínas:
* La lipoproteína de baja densidad LDL (“colesterol malo”).
* La lipoproteína de alta densidad HDL (“colesterol bueno”).
El “colesterol malo” (LDL) se asienta en las paredes internas de las arterias, en forma de placas de ateroma, estrechándolas y convirtiéndose en un factor causante de la ateroesclerosis, que es una forma de arteriosclerosis, con el riesgo que esto conlleva para las enfermedades cardiovasculares.
El aceite de oliva virgen, por la cantidad de ácido oleico que contiene, se considera la grasa ejemplar. El ácido oleico aumenta el “colesterol bueno” (HDL) que ejerce un papel protector, ya que transporta el “colesterol malo” -depositado en las arterias- hasta el hígado para su eliminación, reduciendo los riesgos de trombosis arterial y de infarto.
En resumen, los efectos beneficiosos del aceite de oliva virgen sobre el organismo son:
* Aparato circulatorio: nos ayuda a prevenir la arteriosclerosis y sus riesgos.
* Aparato digestivo: produce una mejora en el funcionamiento del estómago y del páncreas.
* Piel: posee un efecto protector y tónico de la epidermis.
* Sistema endocrino: ayuda a mejorar nuestras funciones metabólicas.
* Sistema óseo: estimula el crecimiento y ayuda a la absorción del calcio y la mineralización.
El aceite de oliva virgen contiene vitamina E, por lo que debido al efecto antioxidante de ésta sobre la membrana celular, está especialmente recomendado para la infancia y la tercera edad.
7 comentarios:
Muy buen artículo Carlos! Me encanta el aceite de oliva...su sabor...su color...
Leyéndote me parece que debería aumentar mi consumo del susodicho aceite...
Me temo que generalmente utilizo para cocinar aceites neutrales y el oliva lo dejo para las ensaladas...
Besos!!!!
al aceite lo amo, lo utilizo,,,
es unos de mis amigos de la cocina
Un abrazo
Gracias por ampliar información sobre este gran aliado en la cocina, mezclado con hierbas también es práctico para dar sabor a muchos platos. Saludos
adoro el aceite de oliva, un toque no excedido es el placer justo a mi paladar!
si me lo permitis te linkeo asi vengo más seguido a verte... tu diras.
Salu2
Hola Carlos, una pregunta. Creo haber oído que el aceite con la temperatura se satura verdad? Quiero decir que no es tan tan bueno cuando lo usamos frito? Al fin y al cabo en los laboratorios de cocina pasan estas cosas, cambian las propiedades.
carlos,.. excelente informacion
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